REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
JUZGADO PRIMERO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO PENAL EN FUNCIONES DE CONTROL. EXTENSIÓN GUASDUALITO.
ºREPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO APURE
EXTENSIÓN GUASDUALITO
TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA PENAL EN FUNCIÓN DE CONTROL
Guasdualito, 07 de enero de 2009
198° y 149°
Vista la solicitud presentada por el ciudadano GONZALO ANTONIO JIMÉNEZ FIGUEREDO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V.- 11.716.214, residenciado en la Urbanización Llano Alto, sector E, manzana 6, casa Nº G, Barinas, Estado Barinas, a través de la cual solicita la entrega del vehículo de las siguientes características: Marca: Chevrolet; Modelo: Malibú Classic, Clase: Automóvil; Tipo: Sedan; año: 1981; Color: Vino tinto; Placa: GCP-922; USO: particular; Serial de Carrocería D1T69ABV322767; el cual es de su propiedad según documento que le fue entregado al funcionario que realizó la retención. Este Tribunal a los fines de decidir observa:
PRIMERO: Mediante escrito, el ciudadano Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo, ya identificado, solicita la entrega del vehículo cuyas características ya fueron señaladas. Este Tribunal ya había oficiado a la Fiscalía Décimo Segunda del Ministerio Público de Guasdualito, a los fines que remitiera las actas de investigación penal signadas con el número 04-F12-317- 2008, las cuales fueron recibidas en este Tribunal.
En las actuaciones remitidas por el Abogado Armando Flores Villegas, Fiscal Provisorio Décimo Segundo del Ministerio Público de Guasdualito, Estado Apure, consta Acta Policial Nº 2DA. CÍA DF-17-SIP 097 de fecha 22 de junio de 2008, realizada por funcionarios adscritos al Comando Regional Nº 1 del Destacamento de Fronteras N° 17 de la Guardia Nacional, Segunda Compañía, Comando El Amparo, quienes entre otras cosas señala: Que el día domingo 22 de junio de 2008, siendo aproximadamente las 02:00 horas de la tarde, se encontraban en funciones de servicio en el Punto de Control Fijo Puente internacional José Antonio Páez, se presentó un vehículo de las siguientes características: Marca: Chevrolet; Modelo: Malibú Classic, Clase: Automóvil; Tipo: Sedan; año: 1981; Color: Vino tinto; Placa: GCP-922; USO: particular; Serial de Carrocería D1T69ABV322767; Serial del motor: ABV322767, conducido por el ciudadano Hugo José Azuaje, venezolano, titular de la cédula de identidad Nº V.- 12.202.956, al solicitarle los documentos de propiedad del vehículo presentó: 1.- Certificado de Registro de Vehículo Nº 3664825, de fecha 01-04-2002; 2.- Documento de compra venta en donde la ciudadana Edilia del Carmen Burgos Ramírez, portadora de la cédula de identidad Nº V.- 4.419.818, le vende al ciudadano Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo, mediante documento notariado en la Notaría Pública Segunda de Barinas, de fecha 10-01-07. Al revisar los funcionarios el serial del motor se encontraba devastado, por objeto de mayor cohesión molecular (esmeril o lima).
Corre inserta en la causa experticia de fecha 23 de julio de 2008, realizada por el funcionario Cabo Segundo (GN) Peña Cristancho Luis Alberto, experto en vehículos, practicada al vehículo objeto de la presente solicitud, en la que concluye: 1.- Que el serial body signado con las cifras Nº D1T69ABV322767 ubicada al lado izquierdo del corta fuego, se encuentra en estado ORIGINAL, por cuanto su sistema de impresión (dígitos y troquel) material (lámina) y sistema de fijación (remaches) son los utilizados por la planta ensambladora; 2.- Que el serial del motor, no tiene serial de motor, observando estría de fricción, ocasionado por instrumento de mayor cohesión molecular (limadura rudimentaria), que tuvo por objeto eliminar sus seriales de identificación, e igualmente no pudo ser reactivado, motivo al deterioro del metal; 3.- Que el serial de carrocería ubicado en la parte trasera del lado derecho, signado con las cifras Nº D1T69ABV322767, se encuentra en su estado ORIGINAL; 4.- Que el serial del tablero ubicado frente al conductor, signado con los números D1T69ABV322767, se encuentra en su estado ORIGINAL por cuanto su sistema de impresión (dígitos y troquel) material (lámina) y sistema de fijación (remaches) son los utilizados por la planta ensambladora; 5.- Al consultar el vehículo en el Sistema Integrado de Información policial (S.I.I.P.O.L.) Guárico, informando que según la placa y serial de carrocería pertenece al referido vehículo, constatándose que el mismo no se encuentra solicitado por ningún organismo del Estado.
SEGUNDO: El Código Orgánico Procesal Penal en sus artículos 311 y 312, contiene lo relacionado al procedimiento para hacer la solicitud de devolución de objetos producto de una investigación penal:
Artículo 311. Devolución de objetos. El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos recogidos o que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes o los terceros interesados podrán acudir ante el Juez de control solicitando su devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en que pueda incurrir el Fiscal si la demora le es imputable.
El Juez o Ministerio Público entregarán los objetos directamente o en depósito con la expresa obligación de presentarlos cada vez que sean requeridos.
Las autoridades competentes deberán darle cumplimiento inmediato a la orden que en este sentido impartan el Juez o el Fiscal, so pena de ser enjuiciados por desobediencia a la autoridad, conforme a lo dispuesto en el Código Penal…
Artículo 312. Cuestiones incidentales. Las reclamaciones o tercerías que las partes o terceros entablen durante el proceso con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o que se incautaron se tramitarán ante el juez de control, conforme a las normas previstas por el Código de Procedimiento Civil para las incidencias.
El tribunal devolverá los objetos, salvo que estime indispensable su conservación.
Lo anterior no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al propietario en cualquier estado del proceso, una vez comprobada su condición por cualquier medio y previo avalúo.
Igualmente observa el Tribunal, que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en sentencia Nº 3198, de fecha 25-10-2005, con ponencia de la Magistrada Luisa Estella Morales Lamuño, Exp. Nº 05-1043, estableció lo siguiente:
( … Omissis…) En efecto, la decisión objeto de la presente solicitud de amparo constitucional, declaró sin lugar la apelación ejercida por la representación judicial de la quejosa, en consecuencia, confirmó la decisión del Juzgado Sexto de Primera Instancia en Funciones de Control del Circuito Judicial Penal del Estado Monagas, que negó la entrega material del vehículo reclamado, pues según las experticias realizadas al mismo, la chapa identificadora del serial de carrocería, el serial de seguridad ubicado en el chasis y el serial del motor fueron alterados, aunado a que el Certificado de Registro de Vehículo consignado por la quejosa difiere del emanado del Instituto Nacional de Transporte y Tránsito Terrestre.
Al respecto, los artículos 311 y 312 del Código Orgánico Procesal Penal, señalan lo siguiente:
“Artículo 311.- Devolución de objetos. El Ministerio Público devolverá lo antes posible los objetos recogidos o que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes o los terceros interesados podrán acudir ante el juez de control solicitando su devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en que pueda incurrir el fiscal si la demora le es imputable.
El juez o el Ministerio Público entregarán los objetos directamente o en depósito con la expresa obligación de presentarlos cada vez que sean requeridos.
Las autoridades competentes deberán darle cumplimiento inmediato a la orden que en este sentido impartan el juez o el fiscal, so pena de ser enjuiciados por desobediencia a la autoridad, conforme a lo dispuesto en el Código Penal”.
“Artículo 312. Cuestiones incidentales. Las reclamaciones o tercerías que las partes o terceros entablen durante el proceso con el fin de obtener la restitución de objetos recogidos o que se incautaron se tramitarán ante el juez de control, conforme a las normas previstas por el Código de Procedimiento Civil para las incidencias.
El tribunal devolverá los objetos, salvo que estime indispensable su conservación.
Lo anterior no se extenderá a las cosas hurtadas, robadas o estafadas, las cuales se entregarán al propietario en cualquier estado del proceso, una vez comprobada su condición por cualquier medio y previo avalúo”.
Por su parte la Ley de Transporte y Tránsito Terrestre, reza textualmente:
“Artículo 48. Se considera propietario quien figure en el Registro Nacional de Vehículos y Conductores como adquirente, aun cuando lo haya adquirido con reserva de dominio”.
En tal sentido, el artículo 311 eiusdem establece la posibilidad, tanto a las partes como a los terceros interesados, de solicitar al Tribunal de Control la devolución de los objetos incautados que no sean imprescindibles para la investigación, al respecto, esta Sala mediante fallo N° 1.197 del 6 de julio de 2001, (caso: “Carlos Enrique Leiva”), señaló lo siguiente:
“En efecto debe estar comprobada, sin que medie duda alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posea un ciudadano sobre el objeto que se reclama en el proceso penal, para que pueda ordenarse su entrega, lo que debe ser analizado, tanto por el Ministerio Público, en caso en que la solicitud sea hecha ante ese ente, o por los Tribunales Penales (…)”.
Según el anterior fallo, la entrega material de un vehículo procede siempre que no existan dudas acerca del derecho de propiedad sobre el objeto que se reclama en el proceso penal, lo cual debe ser analizado por las autoridades competentes, estudio que por supuesto no puede traer consigo un retardo excesivo por parte del órgano jurisdiccional para pronunciarse con respecto a las solicitudes de entrega de vehículos, ya que el mismo vulnera el derecho que tiene toda persona de obtener oportuna y adecuada respuesta a sus requerimientos.
Ahora bien, conviene destacar que esta Sala en sentencia N° 1.544 del 13 de agosto de 2001, decidió con fundamento a los siguientes términos:
“(…) Ahora bien, observa esta Sala que, en atención a lo dispuesto en el artículo 319 del Código Orgánico Procesal Penal, el Ministerio Público debe devolver los objetos recogidos o que se incautaron y que no sean indispensables para la investigación, a quienes habiendo acudido ante el Juez de Control a solicitar su devolución, demuestren prima facie ser propietarios o poseedores legítimos de los mismos. En los casos de los vehículos automotores, resulta obligatoria su devolución a quienes exhiban la documentación expedida por las autoridades administrativas de tránsito o que puedan probar sus derechos por cualquier medio lícito y valorable conforme a las reglas del criterio racional. Por ello, considera esta Sala que una vez comprobada, sin que medie duda alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posea un ciudadano sobre el objeto que se reclama en el proceso penal, el Juez deberá ordenar la entrega del vehículo correspondiente.
En el presente caso, de las actas del expediente advierte esta Sala que el Juez de Control Segundo de la Circuito Judicial Penal del Estado Trujillo negó la devolución del vehículo reclamado por el ciudadano JOSÉ LUIS MENDOZA, con fundamento en la oposición planteada por el Ministerio Público al presentar éste una copia simple de un documento autenticado que no se correspondía con el presentado por el accionante. Sin embargo, debe esta Sala observar que la duda sugerida no era motivo suficiente para desvirtuar la propiedad alegada, dado que el accionante demostró poseer documento autenticado que lo acreditaba como comprador del vehículo incautado, además del título idóneo, esto es, el Certificado de Registro otorgado por el organismo público encargado del Registro Nacional de Vehículos, denominado Servicio de Transporte y Tránsito Terrestre (SETRA), adscrito al Ministerio de Infraestructura, cuya presentación ante el Notario Público que autenticó la venta del vehículo, consta en la nota de autenticación respectiva adjunta al mencionado documento de compraventa.
Al respecto, esta Sala estima oportuno reiterar el criterio sostenido en sentencia Nº 1197 del 6 de julio de 2001 (caso Carlos E. Leiva Arias), al disponer: ‘(…) todo régimen de publicidad registral en principio, es inaplicable a los bienes muebles corporales, en virtud de que la posesión de buena fe vale título, pero sin embargo, el legislador ha previsto en algunos casos que determinados bienes muebles deban cumplir con ese régimen de publicidad, dada la ´...necesidad de dotar de certeza ciertos negocios jurídicos y de hacer posible a los terceros el conocimiento del contenido de esos negocios, en particular aquellos que condicionan la transferencia del dominio y la constitución de garantías y derechos reales limitados, ha alimentado la tendencia, en los ordenamientos jurídicos actuales, de hacer extensible a ciertos bienes muebles los sistemas de publicidad registral, reservados en las legislaciones tradicionales a los bienes inmuebles...´. (Gert Kummerow, ‘Compendio de Bienes y Derechos Reales’, 1992, Paredes Editores, pág. 67).
Entre esos bienes muebles corporales sujetos al régimen de publicidad registral, encontramos a los vehículos automotores. Por ello, la Ley de Tránsito Terrestre, establece lo siguiente:
´Artículo 11. A los fines de esta Ley, se considerará como propietario a quien figure en el Registro Nacional de Vehículos como adquirente, aún cuando haya adquirido con reserva de dominio.´ (Subrayado de la Sala).
´Artículo 9. El Registro Nacional de Vehículos será público, con las limitaciones que establece esta Ley y su Reglamento. Los actos inscritos en él, tendrán efectos a terceros (…)’.
Igualmente, el artículo 78 del Reglamento de la Ley de Tránsito Terrestre establece:
´Artículo 78. El Registro Nacional de Vehículos será público y en él se incluirán el conjunto de datos relativos a la propiedad, características y situación jurídica de los vehículos, así como todo acto o contrato, decisión o providencia judicial, administrativa o arbitral que implique constitución, declaración, aclaración, adjudicación, modificación, limitación, gravamen, medida cautelar, traslación o extinción de la propiedad, dominio u otro hecho real principal o accesorio sobre los vehículos, para que surtan efectos ante las autoridades y ante terceros´. (Subrayado de la Sala).
De los artículos precedentemente citados, se observa que el legislador considera a un ciudadano propietario de un vehículo, frente a las autoridades y ante terceros, cuando aparezca como titular de ese derecho real en el Registro Nacional de Vehículos.
Por consiguiente, en atención al fallo parcialmente transcrito, esta Sala concluye que los documentos antes aludidos presentados por el accionante, constituían prueba fehaciente de la propiedad del vehículo reclamado, por lo que negar su devolución no resultaba ajustado a derecho (…)”. (Subrayado del original).
De lo anterior se colige que la documentación expedida por las autoridades administrativas, constituye un título idóneo a los efectos de probar la propiedad de un vehículo automotor, siempre que el título no hubiere sido declarado falso.
No obstante, esta Sala en decisión N° 1.412 del 30 de junio de 2005, -ratificada por sentencia N° 2.862 del 29 de septiembre de 2005-, señalo lo siguiente:
“(…) Las anteriores consideraciones, a juicio de la Sala, son de innegable valor a los fines de la interpretación que deben hacer el Ministerio Público y el juez penal, de las normas que disciplinan la entrega o devolución de vehículos recuperados, consagradas en la Ley especial -sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores- y en el Código Orgánico Procesal Penal.
En efecto, en materia de devolución de objetos incautados en el curso de una investigación, el señalado texto adjetivo penal establece dos normas al respecto: los artículos 311 y 312. El artículo 311 obliga al Ministerio Público a devolver, lo antes posible, los objetos recogidos o que se incautaron y que no son imprescindibles para la investigación. No obstante, en caso de retraso injustificado del Ministerio Público, las partes o los terceros interesados podrán acudir ante el juez de control solicitando su devolución, sin perjuicio de la responsabilidad civil, administrativa y disciplinaria en que pueda incurrir el fiscal si la demora le es imputable.
El artículo 312 regula el procedimiento relativo a las reclamaciones o tercerías que las partes o terceros entablen durante el proceso con el fin de obtener la restitución de dichos objetos, el cual se tramitará ante el juez de control, conforme a las normas previstas por el Código de Procedimiento Civil para las incidencias.
Por su parte, el artículo 10 de la Ley sobre el Hurto y Robo de Vehículos Automotores, establece la entrega de los vehículos objeto de los delitos de robo o hurto, por parte del juez de control o del Ministerio Público, a quienes acrediten ser sus propietarios. En caso de que varias personas reclamen el vehículo, el Ministerio Público con fundamento en los artículos 108.12 y 312 del Código Orgánico Procesal Penal, solicitará al juez de control la fijación de una audiencia, en la cual se decidirá a quien devolver el vehículo cuya entrega se solicitó.
Ahora bien, de lo contenido en los artículos precedentemente señalados, se observa que si bien el legislador –en aras de la protección del derecho de propiedad- fue inflexible en el referido procedimiento de entrega, ya que debe estar comprobada, sin que medie duda alguna, la titularidad del derecho de propiedad que posea un ciudadano sobre el objeto recuperado que se reclama en el proceso penal, para que pueda ordenarse su entrega; no obstante, a juicio de la Sala, tanto el Ministerio Público como el juez de control deben ser lo suficientemente diligentes en ordenar la práctica de todos los dictámenes periciales que sean necesarios, según las características de cada caso en concreto, a los fines de establecer la identificación, en este caso, del vehículo objeto del delito, el cual pudo haber sido sometido a una alteración, incorporación, desincorporación, remoción, suplantación o devastación de los seriales que lo individualizan, o presenten irregularidades en la documentación.
En casos como estos, en que pueda resultar imposible determinar la propiedad del vehículo, ya que los seriales u otras identificaciones en el motor, en la carrocería o en otro sector del vehículo, no pueden ser cotejados con datos de los legítimos documentos de propiedad, o tal cotejo funcione sólo parcialmente, impidiendo una plena prueba, el juez que conoce la reclamación o la tercería debe aplicar como principio general el postulado del artículo 254 del Código de Procedimiento Civil, postulado general del derecho, el cual sostiene que en igualdad de circunstancias, provenientes de la imposibilidad del cotejo entre los datos identificatorios que aún quedan en el vehículo –si es que existen- y los que reproducen los documentos presentados por quienes pretenden la propiedad sobre el mismo, favorecerán la condición del poseedor, lo que se ve apuntalado por el artículo 775 del Código Civil, el cual reza: “En igualdad de circunstancias es mejor la condición del que posee”, y el 794 eiusdem, que señala: “Respecto de los bienes por su naturaleza y de los títulos al portador, la posesión produce, a favor de los terceros de buena fe, el mismo efecto que el título (…)”.
En efecto, de las actas se evidencia que la quejosa promovió como prueba fehaciente para acreditar la propiedad del vehículo, el documento autenticado de compra-venta; la Póliza de Seguro de Vehículos Terrestres emanada de la compañía de seguros MAPFRE La Seguridad, el Certificado de Registro de Vehículo a nombre del ciudadano Jorge Urdaneta Ferrer y el acta de revisión del vehículo emanado del Servicio Autónomo de Transporte y Tránsito Terrestre de la ciudad de Caracas; sin embargo, debe advertirse que el dictamen pericial cursante en autos evidencia que los seriales del vehículo fueron adulterados, en tal sentido, existiendo dudas sobre la propiedad real del vehículo, ello será determinado ante el juez de control, conforme a lo establecido en la jurisprudencia supra transcrita.
En consecuencia, no se constata que la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Monagas, haya actuado fuera de su competencia vulnerando derechos constitucionales, a la luz de lo dispuesto en el artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales, por lo que esta Sala considera que la presente acción de amparo carece de los presupuestos de procedencia contra actos jurisdiccionales y, en tal sentido, resultaría inoficioso iniciar el presente procedimiento, en virtud de lo cual debe declararse la improcedencia in limine litis de la presente acción de amparo. Así se decide.
Este Tribunal observa, que en las actas de investigación penal remitidas por la Fiscalía del Ministerio Público constan los documentos que presentó el ciudadano José Azuaje Albarrán, quien era la persona que conducía el vehículo para el momento en que fue retenido por los funcionarios de la Guardia Nacional, en las mismas consta: Documento autenticado por ante la Notaría Pública Segunda de Barinas, Estado Barinas, en fecha 10 de enero del año 2007, anotado bajo el Nº 12, Tomo 201, de los libros de autenticaciones llevados por esa Notaría, por tratarse de un documento público, expedido por el funcionario público autorizado para ello, no se evidencia que sea falso, por cuanto no existe experticia que así lo señale, este Tribunal lo valora y con el mismo se prueba que la ciudadana Edilia del Carmen Burgos Ramírez, venezolana, titular de la cédula de identidad Nº V.- 4.419.818, le da en venta al solicitante ciudadano Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo un vehículo de las siguientes características: Placas: GCP-922; Serial de Carrocería:D1T69ABV322767; Serial Del Motor:ABV322767; Marca Chevrolet; Modelo: Malibú Clasicc; Año: 1981; Color: Vino tinto; Clase Automóvil; Tipo: Sedán; Uso: particular. La vendedora señala como documento que acredita su propiedad el Certificado de Registro de Vehículo Nº 3664825. Habiendo dejado constancia la Notaria Pública de la presentación de dicho certificado de registro.
Igualmente consta al folio 15 copia fotostática del certificado de registro de Vehículo Nº 3664825 a nombre de la ciudadana Edilia del Carmen Burgos Ramírez, en la que se evidencia que es propietaria de un vehículo de las siguientes características: Placas: GCP-922; Serial de Carrocería:D1T69ABV322767; Serial del Motor:ABV322767; Marca Chevrolet; Modelo: Malibú Clasicc; Año: 1981; Color: Vino tinto; Clase Automóvil; Clase: automóvil; Tipo: Sedán; Uso: particular.
Los documentos antes citados, se valoran, ya que su falsedad no ha sido declarada, con los mismos se demuestra tradición legal del vehículo objeto de la presente solicitud, desde 01 de abril del año 2003, momento en que Ministerio de Transporte y Comunicaciones, ahora Ministerio del Poder Popular para la Infraestructura le otorgó el Certificado de registro de Vehículo a la ciudadana Edilia del Carmen Burgos Ramírez, quien en fecha 10 de enero del año 2007 le da en venta el mismo vehículo al ciudadano Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo, mediante documento autenticado.
El vehículo objeto de la presente solicitud según la experticia de reconocimiento realizada por el funcionario adscrito al Destacamento de Fronteras Nº 17, de la Guardia Nacional con sede en Guasdualito, Estado Apure, concluye: Que el Serial Body, signado con el Nº D1T69ABV322767 se encuentra en su estado original; el serial de motor, no pudo ser reactivado por presentar fricción ocasionada por un instrumento de mayor cohesión molecular (limadura rudimentaria); el serial de carrocería y de tablero Nº D1T69ABV322767, se encuentran en su estado original .
Ahora bien, este Tribunal observa que el vehículo objeto de la presente solicitud es el mismo vehículo que aparece descrito en el documento autenticado por el cual adquirió el solicitante Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo y descrito en el registro de vehículo signado con el Nº366825, ya que el serial de body, de tablero y carrocería signado con el Nº D1T69ABV322767 se encuentran en su estado original, y tiene la misma Placa GCP-922. Igualmente se observa que el serial del motor no puede cotejarse con el que aparece en los documentos dado que el mismo presenta limadura, siendo este una parte del vehículo de fácil cambio, lo que no ocurre con el chasis del mismo. En virtud de ello este tribunal considera que a pesar que no puede determinarse si el motor pertenece al vehículo objeto de la solicitud, dicho vehículo es el mismo que aparece descrito en los documentos ya analizados, el cual no se encuentra solicitado por ningún organismo de seguridad, por estar involucrado en la comisión de un hecho punible.
A relacionar los elementos probatorios antes valorados, queda demostrado que efectivamente el vehículo objeto de la presente solicitud tiene el serial del motor devastado; que la propiedad vehículo le pertenece al solicitante Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo, por haberlo adquirido mediante documento de compra venta autenticado por ante la Notaría Pública Segunda de Barinas, Estado Barinas, en fecha 10 de enero del año 2007, anotado bajo el Nº 12, Tomo 201, de los libros de autenticaciones llevados por esa Notaría.
Conforme a la sentencia de la Sala Constitucional antes citada y demostrada como quedó por medios lícitos conforme a los documentos ya analizados la tradición legal del vehículo, cumpliéndose la publicidad registral y la titularidad del derecho de propiedad que posee el ciudadano Gonzalo Antonio Jiménez Figueredo, sobre el vehículo que reclama en este proceso penal, el cual tiene el serial del motor devastado no pudiendo establecerse el original del mismo y no estando solicitado por la comisión algún hecho punible, es por lo que se hace procedente la entrega del vehículo solicitado.
TERCERO: Es por todo lo antes expuesto y analizado que éste TRIBUNAL DE PRIMERA INSTANCIA PENAL EN FUNCIÓN DE CONTROL DEL CIRCUITO JUDICIAL PENAL DEL ESTADO APURE, EXTENSIÓN GUASDUALITO, Administrando Justicia en Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley: PRIMERO: ACUERDA ENTREGAR al ciudadano GONZALO ANTONIO JIMÉNEZ FIGUEREDO, venezolano, mayor de edad, titular de la cédula de identidad Nº V.- 11.716.214, residenciado en la Urbanización Llano Alto, sector E, manzana 6, casa Nº G, Barinas, Estado Barinas, el vehículo de las siguientes características: Placas: GCP-922; Serial de Carrocería:D1T69ABV322767; Serial del Motor: Devastado; Marca Chevrolet; Modelo: Malibú Clasicc; Año: 1981; Color: Vino tinto; Clase Automóvil; Tipo: Sedán; Uso: particular. SEGUNDO. La entrega del vehículo se hará efectiva una vez que quede firme el presente auto, debiendo librarse lo conducente. Se acuerda devolver las actas de investigación pertinentes a la Décimo Segunda del Ministerio Público en la oportunidad legal. Todo de conformidad con el artículo 311 del Código Orgánico Procesal Penal.
Notifíquese a las partes.
LA JUEZ DE CONTROL
Abg. NELLY MILDRET RUIZ RUIZ
LA SECRETARIA,
Abg. MARÍA AZUAJE.
En fecha_________________ se cumplió lo ordenado
LA SECRETARIA,
Abg. MARÍA AZUAJE.